LA HISTORIA COMO CIENCIA
Historia es la ciencia, que tiene
como objeto la investigación sobre hechos sucedidos en el pasado, es el
registro de las acciones realizadas por el hombre. Por su parte, el historiador
tiene como propósito conocer el pasado, en busca de respuestas a sus
inquietudes presentes a través de la indagación histórica la clasificación y
entendimiento de los hechos para luego poder responder todo tipo de
interrogantes. El historiador se caracteriza por descubrir únicamente la
verdad.
Los filósofos nos hablan de dos teorías
diferentes del pensamiento histórico entre las cuales están la teoría idealista que se basa en
explicar los hechos con la opinión propia ocupando el lugar de otras personas e
involucrándose en sus pensamientos y sentimientos; la teoría
positivista que a diferencia de la idealista se basa solo en los
conocimientos científicos.
La historia es un concepto cuya
comprensión ofrece algunas dificultades tanto en la definición como en la
explicación que le han dado diferentes autores. Se ha empleado el término
historia al amplio estudio de los cambios sucesivos que se han producido en
cualquier ámbito de fenómenos, y no solamente en el de las cuestiones humanas.
La historia trata de todo tipo de asuntos, humanos o no humanos, y no tiene
porqué ser pasajera, vale decir, tiene rasgos de eternidad. Hablamos de la
historia de la naturaleza y de la historia del hombre; a las dos es común un
proceso continuo e irreversible en el tiempo, ya que son distintas en su
esencia y en su sentido. En la historia de la naturaleza, esta no es consciente
de sí misma, es apenas un acontecer que no sabe de sí, solo sabe de ella el
hombre. Pero en la historia humana “conciencia y propósito no son factores de
ese acontecer natural”, es decir que el hombre ha llegado a preguntarse y a
saber de sí mismo mediante la conciencia pensante en una tradición histórica interrumpida.
La historia se caracteriza por
ser científica, humanística, racional y por ser una instancia de auto
revelación.
En todas las ciencias se
selecciona la materia según los valores reconocidos por cada comunidad
científica se buscan, registran y sistematizan datos, se enuncian hipótesis que
se contrastan con los hechos; “se concede, por tanto, que una historia
universal exija otros instrumentos y otros métodos, pero aunque diferentes
entre sí todas las disciplinas, en definitiva, con todas se hace historia”.
Para que la historia sea un
estudio científico hay que distinguir al historiador profesional del hombre
corriente; solo el historiador profesional recibe una enseñanza superior de la
historia que le permite aprender que la técnica, para establecer e interpretar
hechos, es más importante que para comunicarlos.
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