martes, 16 de julio de 2013

ENSEÑAR HISTORIA: NOTAS PARA UNA DIDACTICA RENOVADORA



ENSEÑAR HISTORIA
NOTAS PARA UNA DIDÁCTICA RENOVADORA

CARTOGRAFIA MENTAL 


ENSEÑAR HISTORIA: NOTAS PARA UNA DIDÁCTICA RENOVADORA

 
 


1.    RESUMEN

Los principios para  la enseñanza de la historia, tanto una como otra responden plenamente a las necesidades  formativas de los alumnos y constituyen un componente válido en un proyecto de educación que no se base, tan sólo, en la acumulación de información, sino en el desarrollo de las capacidades de los niños y adolescentes.
Es evidente que se requiere una cierta matización. Los contenidos de Historia son útiles en la medida que sean susceptibles de ser manipulados por los alumnos. Para ello, se tendrá que tener en cuenta el grado de desarrollo cognitivo propio de cada grupo de edad y, al tiempo, subordinar la selección de contenidos y los enfoques didácticos a las necesidades educativas y capacidades cognitivas de los escolares.
Dicho de otro modo, cada edad requiere un estado diferente de conocimiento histórico.

2.    PROBLEMA Y CARACTERÍSTICAS

Las necesidades formativas de los alumnos y constituyen un componente válido en un proyecto de educación que no se base, tan sólo, en la acumulación de información, sino en el desarrollo de las capacidades de los niños y adolescentes.
                                                                                           
3.    FUNDAMENTACIÓN

ENSEÑAR HISTORIA: NOTAS PARA UNA DIDÁCTICA RENOVADORA

                 

1.    Principios para la enseñanza de la historia

Se debe proceder partiendo de trabajos que traten sobre capacidades de dominio de nociones de tiempo convencional, pasando a dominio de la situación espacial de objetos, localidades o unidades geográficas más amplias, hasta llegar, al final de los ciclos educativos, a formular análisis y caracterizaciones sobre épocas históricas o análisis de paisajes y realidades sociales. Pero es evidente que no se puede empezar una casa por el tejado y, por lo tanto, deberá comenzarse a construir fundamentos y columnas que, a primera vista, poco tienen que ver con lo que se conoce como conocimiento histórico elaborado, pero que son, sin duda, la primera aproximación al conocimiento de una ciencia social.

                                                         
2.    Fines educativos de la historia

En las sociedades contemporáneas la Historia tiene un papel importante. La Historia es, más que la maestra de la vida como la definiera Herodoto.
                   
Los recursos Didácticos suelen utilizarse como justificación del presente. Vivimos en el seno de sociedades que utilizan la Historia para legitimar las acciones políticas, culturales y sociales, y ello no constituye ninguna novedad.

 Los argumentos que justifican esta finalidad de la historia como materia educativa son los siguientes:

·         Permite analizar, en exclusiva, las tensiones temporales
·          Estudia la causalidad y las consecuencias de los hechos históricos
·          Permite construir esquemas de diferencias y semejanzas
·          Estudia el cambio y la continuidad en las sociedades
·          Explica la complejidad de los problemas sociales
·          Potencia la racionalidad en el análisis de lo social, lo político, etc.
                                                   
2.1  Comprender los hechos ocurridos en el pasado y saber situarlos en su contexto

Los alumnos y alumnas deberían saber demostrar, haciendo referencia a narraciones del pasado, que las acciones tienen consecuencias. Además, es preciso también demostrar que se es consciente de una serie de cambios en un periodo de tiempo. Ello pasa por contextualizar históricamente los hechos. Para poderlos contextualizar deberán considerarse los rasgos de las formaciones sociales.
No es posible contextualizar los hechos si los alumnos y alumnas no son capaces de demostrar que son conscientes de las motivaciones humanas, con referencia a acontecimientos del pasado.

2.2  Comprender que en el análisis del pasado hay muchos puntos de vista diferentes

En efecto, los alumnos y alumnas, gradualmente, deber.an ser capaces de hacer lo siguiente:

·         En primer lugar, a partir de la información histórica, los alumnos y alumnas deberían ser capaces de reaccionar ante narraciones sobre el pasado y hacer comentarios sobre las mismas.

·         En segundo lugar, Reconocer que las descripciones del pasado a menudo son diferentes por razones igualmente validas en una versión o en las otras. En etapas más avanzadas de su vida escolar, los alumnos y alumnas deber.an ser capaces de comprender algunas razones generales que explican la diversidad de las versiones sobre el pasado.



2.3  Comprender que hay formas muy diversas de adquirir, obtener y evaluar informaciones sobre el pasado

Este importante objetivo de la enseñanza de la Historia hace referencia a cómo se obtienen los datos que sirven para construir la explicación histórica. Para alcanzarlo, los alumnos y alumnas deberían ser capaces de extraer información a partir de una fuente histórica seleccionada por el profesor. Posteriormente, y a medida que sus destrezas aumentan, los estudiantes deberían saber adquirir información histórica a través de fuentes diversas que contienen más información de la necesaria y que deben ser valoradas y criticadas, según los procedimientos habituales que los historiadores emplean en la crítica de fuentes.

2.4  Transmitir de forma organizada lo que sobre el pasado se ha estudiado o se ha obtenido

Nuestros alumnos y alumnas deberían ser capaces de seleccionar material histórico relevante con el fin de comunicar un aspecto del pasado, utilizando diversos medios.
Los objetivos que llenan de contenido el enunciado de este apartado, son los siguientes:
                                     
ü  Exponer correctamente una investigación histórica relevante, omitiendo el material superfluo.
ü  Seleccionar la información relevante a fin de realizar una exposición completa y precisa
ü  Sintetizar una serie de informaciones complejas a fin de elaborar una explicación coherente.
ü  Estructurar información compleja de una forma apropiada.
ü  Estructurar información compleja de los métodos más apropiados para defender una exposición analítica, coherente y conveniente sobre problemas históricos sustanciales.

3.    La naturaleza de la Historia y su enseñanza

Para conocer o comprender un acontecimiento histórico necesitamos recibir información histórica, pero los componentes de esta información no son la finalidad, sino el inicio, ya que la Historia no se reduce a saber los nombres, fechas y acontecimientos. Es necesario una comprensión para poder emitir una explicación sobre el porqué ocurrieron las cosas de una determinada forma en el pasado; as., por ejemplo, la respuesta a la pregunta: En qué fecha los musulmanes invadieron la Península Ibérica, nos puede indicar la memoria del estudiante, pero no nos informa de los cambios y transformaciones que hicieron posible la invasión y el dominio musulmán. Sin embargo, la información es la base para la comprensión.



4.    La enseñanza de la Historia requiere introducirse en el método histórico


Es importante que la Historia no sea para los escolares una verdad acabada, o una serie de datos y valoraciones que deben aprenderse de memoria. Es imprescindible que la Historia se trabaje en clase incorporando toda su coherencia interna y ofreciendo las claves para acercarse a su estructura como conocimiento científico del pasado. Es más interesante que los alumnos comprendan como podemos conseguir saber lo que pasó. Y como lo explicamos que la propia explicación de un hecho o periodo concreto del pasado.
5.    Método histórico y el proceso de enseñanza/aprendizaje
                                                 
La naturaleza de la Historia se refleja sobradamente en el método de trabajo del historiador. Desde un punto de vista estrictamente metodológico, el historiador se plantea cualquier trabajo de acuerdo con las siguientes pautas:
                         
ü  Recogida de información previa sobre el tema objeto de estudio.
ü  Hipótesis explicativas
ü  Análisis y clasificación de las fuentes históricas.
ü  Critica de fuentes.
ü  Causalidad.
ü  Explicación histórica del hecho estudiado.
                                                                                   
6.    Metodología didáctica
                                          
Un planteamiento didáctico correcto comporta realizar los pasos como los siguientes: Determinar objetivos, seleccionar los contenidos, secuenciarlos correctamente, confeccionar unidades curriculares, determinar qué actividades son las más adecuadas en cada momento del proceso educativo, que actividades hay que proveer para ampliación y refuerzo, y, por último, establecer los criterios y estrategias de evaluación.   
Estas actividades didácticas son de carácter general y su dominio no es propio de ninguna .rea curricular concreta, sino común a todas. Por esta razón no vamos a tratar estas cuestiones en este apartado y nos limitaremos a establecer unas líneas de actuación que tendrán que informar los procesos de selección, secuenciación y confección de unidades curriculares.

6.1  Aprender a formular hipótesis de trabajo.

Para aprender a formular hipótesis en Historia hay que plantear problemas históricos cuya resolución implique formular una o varias hipótesis. Hay que distinguir entre hipótesis y ocurrencia; no toda ocurrencia es una hipótesis de trabajo, ya que se trata de suposiciones lógicas y razonadas, es decir, que tengan una base de apoyo. La formulación de hipótesis deriva siempre de la existencia previa de un problema. Por lo tanto, para introducir a los alumnos y alumnas en la formulación de hipótesis hay que partir de unos problemas más o menos sencillos.
Las hipótesis serán las suposiciones lógicas que intentan dar respuestas al problema planteado.
                                                     
6.2. Aprender a clasificar fuentes históricas.

Aprender a conocer la naturaleza de las fuentes, el tipo de fuentes y saber buscarlas, ordenarlas y clasificarlas es una de las tareas subsiguientes que cabr.a plantear. Para ello, hay que poner al alumnado en contacto directo con fuentes muy diversas, bien sean orales o escritas; plantear también que las fuentes históricas pueden ser materiales, con soportes de papel, de piedra, de metal, etc.

6.3. Aprender a analizar las fuentes
                                 
Uno de los factores más importantes para el trabajo que simule la tarea del Historiador es el adiestramiento en el análisis de fuentes históricas. Si clasificar es importante, no menos importante es ense.ar a obtener información y descodificar los distintos tipos de fuentes.

Las fuentes escritas requieren una técnica de lectura detallada, en la que el alumnado deberá ir descifrando la información histórica que nos proporciona el documento

6.4. Aprender a valorar las fuentes.

Se trata de introducir al alumnado a la crítica de fuentes ya que los documentos que nos informan sobre el pasado han sido a menudo manipulados, tergiversados, llegan incompletos y algunos de ellos totalmente falseados. Aunque no existiese manipulación o falseamiento deliberado, cada fuente expresa la óptica particular de un individuo, o de su grupo, familia o clan, etc., además, surge en un determinado contexto, generalmente lleno de contradicciones, tensiones o tendencias. Todo ello debe ser descubierto para poder valorar correctamente la información que nos proporciona.

Es preciso, también, poder contrastar las fuentes con otras distintas, contrarias, para establecer todas las posiciones y .ópticas posibles. La realidad no es nunca la suma de todas las partes de un todo. No podemos analizar cada parte por separado; hay que estudiar la documentación de forma global, entendiéndolo como diversos enfoques sobre un mismo problema.


7.    El problema del aprendizaje de la causalidad histórica

Establecer las causas de los hechos históricos y explicar correctamente un acontecimiento o periodo es el .último paso que realiza el historiador para completar una investigación. En él .ámbito escolar la explicación histórica, que incluye las causas y las
Consecuencias, se suele dar cerrada, como si fuera un axioma, y el alumnado difícilmente puede suponer como se ha llegado a ello. Por lo tanto esta parte del proceso de aprendizaje deber. Considerarse como final de un proceso formativo en el que se irán haciendo, como más adelante se dirá, sucesivas aproximaciones para poder llegar a elaborar una explicación razonada y basada en evidencias. Hemos incluido en el título del apartado la palabra “problema” porque esta parte de las actividades de aprendizaje resultan complejas dada la tendencia que existe a confundir causa y motivo y, sobre todo, a ver el pasado con criterios morales y no científicos.


7.1. Aprender a preguntarse sobre los hechos del pasado

Dentro de los cometidos del historiador se halla el interrogarse sobre el pasado, es decir, que tipo de cuestiones podemos pedir al pasado. Es natural que una buena parte de estas preguntas se refieran a la causalidad, es decir, a analizar las causas por las cuales en determinados momentos ocurren los hechos. Enfocar el problema de la causalidad histórica significa establecer la correcta comprensión de las relaciones
causa-efecto; naturalmente los hechos históricos poseen más de una causa. Este problema, a menudo limitado a la Historia, es susceptible de aplicación a otros campos tales como la economía, la Antropología, la Geografía y otras disciplinas sociales.

7.2. El aprendizaje de la causalidad

Con respecto a la adquisición de este concepto en los primeros estadios de la escolarización, hay que tener presente que el pensamiento del niño se ve limitado temporalmente y solo es capaz de comprender relaciones de causa/ efecto si estas están muy próximas en el tiempo. Entienden relaciones simples de una o dos variables, siempre que sean inmediatas.

En las etapas subsiguientes, correspondientes al final de la educación primaria y el inicio de la secundaria, el alumno puede empezar a diferenciar tipos de causas, aun cuando esta capacidad de distinción no esté generalizada; hasta el final de esta etapa le será muy difícil entender que un hecho puede tener más de una causa. Por lo tanto, estos conceptos solo pueden trabajarse a partir de situaciones cotidianas y reales. Este será el momento en que se puede ampliar a problemas de tipo mecánico, geográfico, antropológico, pero es discutible que se puedan aplicar al tiempo histórico.


7.3. Como acercar al alumnado al concepto de causalidad

La enseñanza-aprendizaje de la noción de causalidad e intencionalidad se suele plantear en tres niveles de comprensión.

·         En un primer nivel de comprensión, el objetivo fundamental consiste en pasar de la noción intuitiva de la causalidad a una noción científica de la misma, mediante la comprensión de la ley general de causalidad.
·         El segundo nivel tiene por objetivo comprender la noción de intencionalidad y su tipificación en económica, social, jurídico-política e ideológica.
·         tercer nivel de comprensión, el objetivo ya puede ser la multicausalidad, utilizando las leyes de la inferencia y elaboración de teor.as explicativas.




4.    JUICIO CRÍTICO

La presencia de la Historia en la educación se justifica por muchas y variadas razones. Una de ellas es formar parte de la construcción de cualquier perspectiva conceptual en el marco de las Ciencias Sociales, tiene, desde nuestro punto de vista, un interés propio y autosuficiente como materia educativa de gran potencialidad formadora. La Historia plantea cuestiones fundamentales sobre este pasado desde el presente, lo que no deja de ser una reflexión de gran contemporaneidad.
                                                                                                         
Para comprender los hechos y situarlos en su contexto es necesario saber ubicar los acontecimientos sencillos en una secuencia temporal y utilizar convenciones cronológicas adecuadas mediante el uso de líneas u otras representaciones gráficas.

5.    CONCLUSIONES

·         En las sociedades contemporáneas la Historia tiene un papel importante. La Historia es, más que la maestra de la vida.
                          
·         La Historia no tiene la pretensión de ser la única disciplina que intenta ayudar a comprender el presente, pero puede afirmase que, con ella, su conocimiento cobra mayor riqueza y relevancia

·         La Historia depende en gran medida de la investigación rigurosa y sistemática.

·         Comprender los hechos ocurridos en el pasado y saber situarlos en su contexto.

·         Es importante que la Historia no sea para los escolares una verdad acabada, o una serie de datos y valoraciones que deben aprenderse de memoria.

·         Es imprescindible que a Historia se trabaje en clase incorporando toda su coherencia interna y ofreciendo las claves para acercarse a su estructura como conocimiento científico del pasado.

6.    REFERENCIAS


7. ANEXOS